Ciclismo: El último día del Tour de Gran Bretaña constaba de dos etapas. Primero, se disputó una contrarreloj de 8 kilómetros en la capital de Gran Bretaña, antes de que los velocistas pudieran volver a demostrar sus habilidades en un circuito.
La contrarreloj fue enteramente asunto de Bradley Wiggins (Sky), que corrió por su ciudad natal a una velocidad media de casi 54 kilómetros por hora y relegó a Sylvain Chavanel (IAM), que venía liderando hasta ese momento, al segundo puesto. El tercero fue Stven Cummings (BMC).
El puesto 11 le bastó a Dylan van Baarle (Garmin-Sharp), hasta ese momento líder de la general, para recorrer los últimos 88 kilómetros con el maillot amarillo.
Estos fueron formados inicialmente por un grupo de escape en el que estaban activos Jan Barta (NetApp-Endura) y Chavanel. Sin embargo, ambos volvieron al campo a medida que avanzaba la carrera. Andreas Stauff (MTN-Qhubeka) fue el siguiente en intentarlo. Pero su intento tampoco obtuvo ningún éxito.
Al final se produjo el esperado sprint, con Marcel Kittel (Giant-Shimano) no solo mostrando astucia, sino también las mejores piernas. Se sujetó a la rueda trasera de Mark Renshaw (Omega Pharma-QuickStep), quien se suponía que debía comenzar el sprint para Mark Cavendish. Sin embargo, el británico se vio obligado a hacer un sprint largo. Kittel solo tuvo que reaccionar. Y lo hizo con aplomo. El tercer lugar fue para Nicola Ruffoni (Bardiani-CSF). Después de su victoria en la primera etapa, fue el segundo éxito de Kittel esta semana.
En la clasificación general, Van Baarle defendió el maillot de líder que se hizo cargo el día anterior, siguiendo los pasos del ganador del año pasado, Bradley Wiggins. El británico terminó tercero esta vez detrás de Michal Kwiatkowski (Omega Pharma-QuickStep).
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