Mercado: Sorprendentemente, el fabricante de culto alemán Kettler se declaró en bancarrota en la autoadministración en el tribunal de distrito de Arnsberg hoy. El trasfondo no es solo la precaria situación financiera de la empresa familiar, sino también el temor a adquisiciones hostiles por parte de los inversores.
La empresa, fundada por Heinz Kettler, ha sido un referente en el mercado de equipos deportivos y de fitness en Europa desde la década de 50. Ya sea el Kettcar de culto, la bicicleta estática Golf, que fue extremadamente popular en la década de 80, o una de las primeras bicicletas de aluminio del mundo: la compañía siempre ha logrado grandes éxitos de taquilla. Desafortunadamente, no ha habido tales éxitos en los últimos 20 años; ahora la empresa, que ahora está dirigida por Karin Kettler, se declaró en bancarrota. Sin embargo, esto debería tener lugar en la autoadministración, es decir, a la gerencia se le asigna un administrador. En el caso de Kettler, también hay un experto en reestructuración. Así es como el fabricante afectado financieramente debería volver a ponerse de pie.
Sin embargo, la empresa también comunicó que no había alternativa al procedimiento para "Para evitar una adquisición descoordinada por parte de un inversor financiero y realinear la empresa". Durante los procedimientos de insolvencia, la empresa no solo está protegida de las reclamaciones de los acreedores, sino también de los posibles inversores. Por el momento, las operaciones continuarán como de costumbre para los aproximadamente 1.100 empleados en las siete ubicaciones alemanas. Pero hay un gran signo de interrogación detrás del futuro de Kettler en este momento.
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