Todo tiene un final, y desafortunadamente este viaje a los EE. UU. más hermoso que he tenido también llega a su fin. Gracias a los chicos de Lejos de todo, que han creado un programa insuperable.
La gira del viernes fue increíble. Tomé una foto especial de mi Garmin para que te creas. Primero sube hasta los 3.000 metros -con un desnivel de 1.500 metros, eso sí- y luego prácticamente solo cuesta abajo durante 150 kilómetros -nunca había vivido algo así. Ver el vídeo; si no te pones celoso, tienes el corazon de ciclista de piedra 🙂
El choque cultural que tuve que experimentar hoy es menos bienvenido que un cambio. El vuelo de regreso es nuevamente vía Las Vegas, donde tengo que quedarme una noche. Después de una semana en la naturaleza, ver este mundo ilusorio con bling-bling y plástico y luz y locura parece muy irreal. Arriba hay una foto de mi habitación de hotel, bueno...
¡Cuídate, nos vemos!
tu enero
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