El Stevens ofrece una tecnología excepcional en un marco especialmente diseñado: el potente motor Bosch está conectado a una correa dentada que prácticamente no requiere mantenimiento con un cambio de marcha continuo que se controla electrónicamente y mantiene una frecuencia de pedaleo preestablecida por el usuario independientemente de la velocidad. Esto es muy cómodo, aunque se pierde algo la sensación de velocidad. Por supuesto, puedes cambiar la cadencia en cualquier momento. Este principio convierte a la bicicleta en una bicicleta de placer, especialmente en terrenos llanos. El gran volumen del neumático garantiza la comodidad; la horquilla rígida con eje pasante no es demasiado dura. La luz frontal muy brillante permite una mejor visibilidad en la oscuridad. Además, hay frenos potentes y un manillar bastante ancho.
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