El holandés Hein Verbruggen, expresidente y actual presidente de honor de la Unión Mundial de Ciclismo UCI, cuenta en una entrevista con el diario británico El Telégrafo rechazó con vehemencia las acusaciones hechas por el delincuente de dopaje confeso Lance Armstrong. Armstrong, al igual que Floyd Landis y Tyler Hamilton antes que él, acusó públicamente a Verbruggen de encubrir hallazgos positivos durante su mandato.
"[Expresidente de la UCI] Pat McQuaid dijo de Armstrong que ya no tiene cabida en el ciclismo", según Verbruggen. "Yo no iría tan lejos. Muchos ciclistas tomaron EPO en su día por lo que no debería ser el único responsable. [Sus acusaciones] pero no puedo olvidar y no puedo perdonarlo".
Los dos ex confidentes probablemente ya no serán amigos. Porque mientras Verbruggen, por un lado, era de mal genio con Armstrong, por otro lado parecía duro. También sospecha de los intereses financieros de los estadounidenses detrás de las acusaciones: “Lance Armstrong tiene su propia agenda, ya sea una reducción de sentencia o dinero. Normalmente, Lance siempre se trata de dinero de alguna manera”.
"Quiero la verdad."
Verbruggen se exonera de cualquier responsabilidad a este respecto: "Quiero la verdad." El holandés lamenta hoy que después de 1999, año en el que Armstrong entregó cuatro muestras que dieron positivo por cortisona, pero pudo evitar una sanción con una receta entregada tarde, aceptó 125.000 dólares como donación para la lucha antidopaje. La declaración de Armstrong de que se dice que participó activamente en el encubrimiento de hallazgos positivos, la describió como "mierda".
Se sabe desde hace años que Verbruggen ha tenido su propia visión de las cosas durante años. Así que no sorprende el comentario con el que terminó la entrevista: Asumió la UCI en un estado desolado, pero durante su gestión en una "asociación progresista con una excelente reputación" conformado.