La 49ª edición de la Amstel Gold Race se caracterizó por mucha táctica y fallos destacados como los de Andy Schleck, Joaquín Rodríguez o Daniel Martín.
Un grupo de fuga de diez hombres alrededor de Christophe Riblon, que se formó poco después del inicio, ganó temporalmente una ventaja de casi 15 minutos.
Como de costumbre, el campo dejó que las escapadas hicieran lo suyo por el momento, antes de que un grupo intermedio mucho más destacado saliera en busca de las escapadas. Thomas Voeckler atacó a su manera inconfundible en el Kruisberg. Algunos jugadores de primer nivel como Zdenek Stybar (Omega), Greg Van Avermaert (BMC), Jakob Fuglsang (Astana), Pieter Weening (Orica-GreenEdge), Tim Wellens (Lotto Belisol), Paul Martens (Belkin), Alexander Kolobnev (Katusha ) y el belga Björn Leukemans (Wanty-Groupe Gobert).
Persiguieron al grupo de cabeza cada vez más pequeño a intervalos de uno o dos minutos. Como resultado, solo el dúo Riblon/Van Hecke ofreció resistencia en la parte superior.
Dado que el pelotón también era muy activo, con mucho, no todos los equipos con ambiciones estaban representados en uno de los dos grupos al frente, la ventaja del grupo Voeckler nunca creció a 30 segundos. Alejandro Valverde en concreto mandó al vacío a su equipo Movistar. En la última vuelta se hizo evidente que tanto el dúo líder sería atrapado como que el grupo intermedio se desintegraría lentamente. Solo Van Avermaert y Fuglsang resistieron firmemente e incluso alcanzaron a Riblon/Van Hecke por un corto tiempo. Sin embargo, la ventaja de los cuatro es de solo diez segundos, lo que no es muy prometedor.
El ritmo en el campo principal es tan rápido que se redujo a alrededor de 50 conductores cuando se fusionaron. El rápido descenso a Valkenburg anuncia un emocionante final. Orica-GreenEgde está a la cabeza con cuatro hombres e incluso intenta montar un borde de viento para Simon Gerrans con fuertes vientos cruzados.
Poco antes del desvío al Cauberg, hay una dura lucha por posiciones a altas velocidades y Samuel Sánchez (BMC) ataca con vehemencia en los primeros metros de subida. Esta fue una táctica de equipo, como Gilbert admitirá más tarde. Gerrans y Valverde intentan seguir y Gilbert lanza el contraataque fundamental. Similar a su victoria en el Campeonato Mundial en 2012 en el mismo lugar, construyó una ventaja que resultó inexpugnable después de solo unos segundos. Y así los últimos dos kilómetros, que volvieron a ser un poco más llanos, se convirtieron en un triunfo para el belga, que celebró su primera gran victoria clásica desde el Campeonato del Mundo.
Simon Gerrans fue segundo por delante de Valverde y Michal Kwiatkowski (Omega Pharma-QuickStep). Simon Geschke (Giant-Shimano) fue sexto, Fabian Wegmann (Garmin-Sharp) decimocuarto y Paul Martens finalizó 26.
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