Varios medios de comunicación internacionales informan hoy, en el día de descanso del Giro, que Dublín escapó ayer por poco del desastre. Según el Irish Independent, las unidades antiterroristas encontraron una bomba de detonador de tiempo de 50 libras en un automóvil al final de la tercera etapa el domingo. Cientos de miles de irlandeses en una celebración contagiosa vitorearon a los ciclistas en las tres etapas de la Isla Esmeralda. Tal ataque habría tenido consecuencias devastadoras para la libertad del ciclismo, por lo que es tan querido por el público en general. En ningún otro deporte los espectadores pueden acercarse tanto y tan libremente a las estrellas, y además de forma gratuita.
Se suponía que el automóvil con el artefacto explosivo debía conducirse aún más cerca de la pista, pero fue descubierto a tiempo. “Era una bomba absolutamente mortal, grande y lista para funcionar. Una explosión habría sido catastrófica", dijo un portavoz citado por The Independent. Un sospechoso cercano al Real Ejército Republicano Irlandés (RIRA) ya ha sido arrestado. El RIRA es el sucesor de la organización IRA, que ha sido conocida durante décadas por ataques terroristas.