Prueba: El Airmenius del especialista en bombas SKS impresiona desde el principio por su excelente acabado. Comenzando con el mango revestido de corcho, pasando por el exterior negro mate, hasta el manómetro grande y de alta calidad, un verdadero placer para los dedos y la vista.
Cuando se trata del cabezal de la bomba, SKS confía en el probado cabezal MultiValve, que puede manejar fácilmente todo tipo de válvulas. El cabezal se puede operar sin mucho esfuerzo y sella de manera confiable. La sensación de bombeo en sí es buena: el Airmenius tiene mucho jugo desde el principio y el pistón de aluminio en el interior se desliza hacia arriba y hacia abajo con facilidad. Solo debe tener cuidado de no empujar el mango hacia un lado; entonces el pistón de aire tiende a inclinarse y las fuerzas operativas aumentan.
El mango de corcho es una bendición para las manos de los ciclistas maltratados: es agradablemente antideslizante, no demasiado duro y también da una impresión de alta calidad. La presión en el neumático se puede leer en cualquier momento desde el manómetro grande en la base. La esfera está sensiblemente dividida y el contraste es alto. Hay ligeras deducciones en el grado B para la propia base. Está hecho de aluminio fundido a presión pesado y estable, pero no es muy antideslizante en la parte superior, lo que provocó uno o dos bamboleos en la prueba.
El rendimiento de la bomba del Airmenius también es muy bueno, aunque no destaca tanto como la excelente mano de obra. Sin embargo, demuestra ser un muy buen todoterreno: tanto a altas presiones como con neumáticos de gran volumen, se encuentra en el centro del campo delantero de las bombas de piso en comparación con la competencia. Destacan positivamente las bajísimas fuerzas de actuación, incluso a altas presiones superiores a 8 bar.
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