Ironman: El evento puede haber sido hace unos días, pero el increíble logro fascinó a todos en el equipo editorial por igual: el alemán Elmar Sprink ha logrado lo que nadie antes que él había logrado. Apenas dos años después de un trasplante de corazón, terminó el mítico Ironman en Hawái.
En 2010, Elmar Sprink sufrió un paro cardíaco repentino. Tuvo que pasar 189 días en el hospital porque su corazón estaba muy dañado. Sprink estaba luchando por su vida y los deportes estaban fuera de discusión en ese momento. Finalmente, en 2012, recibió un trasplante de corazón. Primero tuvo que volver a aprender a caminar, pero sobrevivir le dio una nueva motivación y se fijó como meta competir en el Ironman de Hawái. A partir de ahora, Sprink entrenó duro para poder lograr este objetivo. Las unidades de carrera y natación, así como el entrenamiento en el home trainer o en su Fuji Norcom Straight formaban parte de su día a día.
El 10 de noviembre de 2014 había llegado el momento: Sprink logró la increíble hazaña que nadie antes que él había logrado. Completó el Ironman de Hawái con su corazón de donante. En 12 horas y 30 minutos, nadó 3,8 kilómetros, montó en su máquina de contrarreloj Fuji 180 kilómetros y corrió 42,2 kilómetros. Cuando llegó a la meta, ya estaba oscureciendo y Sprink estaba encantado con su actuación y las experiencias en Hawai: “No puedo encontrar las palabras. Fue indescriptible".
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